Voceros del Fondo Monetario Internacional (FMI) han sostenido esta semana que Venezuela es el país de la región que presenta las peores índices económicos, con una caída de -1,3 % y un sombrío crecimiento proyectado de apenas 0,5 % para el año 2011. Por si fuera poco, también ostenta la inflación más alta de América Latina con un alarmante 29,2 %, sólo superada por la Argentina que mantiene un lejano 10, 6 %.
Frente a criterios tan divergentes los actores de la economía privada deben tomar sus previsiones, racionalizando los recursos disponibles para su operatividad y expansión, evitando así en lo posible el colapso de sus finanzas corporativas.
Entre las medidas a tomar en cuenta, no se puede soslayar el control y recuperación oportuna de la cartera demorada de créditos, óxigeno indispensable para la sobrevivencia de emprendimientos así como de organizaciones de dilatada trayectoria empresarial.
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